La mejor sesión de mi Vida

La mejor sesión de mi Vida....creo que aún está por llegar.

Aún no he conocido el Dominante que me someta del todo, el Amo por el que yo verdaderamente fuera capaz de hacer cualquier cosa. Todavía no puedo decir que haya llegado a amar mi sumisión.

Estoy deseosa por que Usted llegue, Señor.

Pero, por el momento, os avanzo un texto que escribí hace algún tiempo, de la que fue sin duda una de las mejores experiencias que he vivido hasta ahora.

Y cómo a mi me gusta.... Después del orgasmo de ambos, todo terminó en abrazo....

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La fragilidad del ser humano es ridícula...Siente el palpitar de su acelerado corazón en las venas de su cuello. Una de sus manos la sostiene firmemente de la garganta mientras con la otra la agarra fuerte de las caderas.

Su vida es tan “frágil”...tan ”tierna”... Si sólo apretara un poco más fuerte con sus dedos, ella dejaría de respirar, y ambos lo saben. 

A ella a veces se le olvida, y se concentra en el placer, en cambio él gozará de cada segundo que tenga en sus manos la vida de ella, más que de ninguna otra cosa.

La penetra con violencia de frente, mientras observa el efecto de su tortura en el rostro de ella. La lleva al límite, aprieta más su cuello y de pronto, cuando ella está a punto de dejar de recibir aire, la suelta y la empuja, la gira agarrándola del pelo y de los codos. 

A cuatro patas, inclina el tronco hacia abajo y la expone a su merced. Y sigue, una vez más, embistiéndola.

La insulta, y le dice que quiere escuchar de su boca como le pide más. Ella obedece, le pide que la folle más duro. El enardece sus insultos y le dice ahora que se calle. Ella ahoga hasta el más leve gemido. 

Él sonríe en la penumbra. Cuanto más se somete ella, más se crece él. 

Vuelve a colocarla de frente para mirarla directamente a la cara. Ella baja la mirada, tal vez ya consciente de lo que está por venir. Él levanta la palma de su mano derecha, sólo un leve movimiento de su mano extendida. Ella cierra los ojos y se inclina levemente, asustada ante la inminente agresión. 

A él se le escapa una extraña carcajada: está disfrutando como un niño con un juguete nuevo, tocando todas sus teclas.

No la golpea, sino que la besa, con mucha fuerza, pasión y rabia. Le muerde el labio inferior, mientras ella gime de gusto y miedo.

En un segundo él se ha apartado, y levanta de nuevo la mano. Ella, lejos de estar confiada, aún parece más asustada, y se inclina más hacia delante.. él lo aprovecha para dirigir su cabeza hacia su polla. La sujeta del pelo y deja que ella pueda emitir un poco de resistencia, dolorosa y exquisita a la vez.

-¿Te vas a portar mal? ¿Quieres que te pegue? –Su voz es calmada, explicativa. Pero sus ojos la atraviesan.

Ella calla, y otorga. Vuelve a empujar la dolorida cabeza de la chica hacia su polla, que se muestra desafiante y palpitando. Ella se resiste, sabiendo que es inútil. Aunque no quisiera, acabaría haciéndolo.

Él levanta su cabeza, la mira a los ojos brevemente y, antes de que ella piense, el bofetón llega como una explosión y abre la puerta a la total rendición. Aún quiere más, se vuelve a resistir.

-¿Quieres que te pegue más, eh? Pórtate bien –ordena, no es un ruego, es una orden.

Otras dos bofetadas le cruzan la cara, se queda callada, dolorida pero disfrutando con la cara de satisfacción de él. Le mira a los ojos fijamente y, despacio, empieza a dirigir su boca a su polla y empieza a chuparla con la mayor dedicación de la que es capaz.

 tu.sumisa.preferida

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